Seguramente, si eres un amante de la aventura, los deportes extremos, la naturaleza y estás por visitar Cancún o la Riviera Maya; habrás escuchado hablar de los cenotes. Unas cuevas de piedra caliza inundadas por la filtración de la lluvia y el cruce de los ríos subterráneos. Hablando sinceramente, estos son los lugares más imponentes e impresionantes que podrás visitar en tus vacaciones.

A pesar de que son lugares inigualablemente bellos, pocas personas conocen su historia y pasado místico. Indiscutiblemente, los mitos y las leyendas que rodean a estos lugares nos transportan a una época antigua, época donde los dioses mayas gobernaban en el cielo, la tierra y el infierno.

Si quieres emprender este interesante viaje a las entrañas de la tierra y conocer los fascinantes atractivos de un cenote, no dejes de leer este artículo.

¿Estás listo? Pues, ¡vámonos!

Nuestra travesía inicia en la era maya. Los antiguos pobladores de la Península de Yucatán fueron los encargados de darle vida al folclor de los cenotes. Desde sus inicios, la civilización que construyó una de las maravillas del mundo, desarrolló una idea muy certera de estas cavernas. Ellos creían que los cenotes era la puerta de entrada al inframundo, el lugar donde las almas de los fallecidos iniciaban su viaje sagrado. A pesar de la innegable relación con la muerte, no debemos temer ni categorizar los cenotes como un sitio que atrae malos designios, ya que en la cosmovisión maya, también son la fuente de la vida.

¿Qué, fuente de la vida? ¿Cómo es eso posible? La respuesta a esta interrogante es muy sencilla. Para empezar, es necesario que entendamos el ciclo de la vida maya. En síntesis; se dice que al nacer un alma se vuelve materia y al morir se convierte en energía. Al ser un ciclo, tanto vida como muerte parten y terminan en el mismo punto, el inframundo.

Además, es importante saber que toda la vida se origina ahí. Por ejemplo, las semillas del árbol sagrado maya – la ceiba- tienen sus raíces en el reino de los muertos. Siendo más realistas, el agua también brota de este lugar. Las mantos acuíferos como manantiales, cenotes y ríos subterráneos surgen de las entrañas de la tierra y, gracias a ellos, la vida en el plano terrenal puede existir.

A grandes rasgos, los cenotes son fuente de vida y lugares de transformación. La verdad, no puedo decir la razón exacta pero cada vez que visitas uno; puede sentir como la energía de estos lugares fluye e interactuar contigo. Es una sensación muy difícil de describir y si tienes suerte, podrás experimentarla tu mismo.

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